Las
bases para entender la limpieza energética del campo magnético o aura son
ofrecidas en el siguiente enlace: http://cristo-mensajes.blogspot.com/2014/12/la-limpieza-del-campo-magnetico.html
Se aconseja leer primero esos
escritos, antes de adoptar el siguiente método, para una mejor comprensión de
cómo funciona una limpieza psíquica y en qué planos trabaja.
Para
quienes se lleven bien con los ritos y las fórmulas (oraciones, afirmaciones,
invocaciones, etc.) he aquí un sencillo y eficaz método de limpieza y
liberación psíquica. Puede servir para expulsar formas de pensamiento, formas
astro-mentales, y energías más densas aún, de tipo etérico, que son las que
mayormente afectan al cuerpo físico denso con malestares de todo tipo. Las
causas de que esas energías lleguen a nuestro campo magnético y lo afecten
pueden ser variadas, y están tratadas en el libro sobre “Autodefensa Psíquica” (a la derecha del blog,
hacer ‘clic’ en descargar).
Vayamos
entonces al método.
En
primer lugar debe el practicante entender que cada frase o símbolo empleado es
como un símbolo o talismán de poder psíquico-espiritual. El sentido de la señal de la cruz produce un efecto
espiritual liberador siempre que se utiliza. No hablamos aquí de la cruz del
calvario, sino de la cruz de 4 lados iguales que representa a los 4 elementos
(fuego, aire, tierra y agua) y a los 4 puntos cardinales. Esta cruz representa
al equilibrio de los 4 elementos y la
orientación de la vida material bajo la regencia del Espíritu. La señal de la
cruz pone a los elementos y a la materia bajo la autoridad del Espíritu Divino
Universal. Con esta sola comprensión, la sola señal de la cruz sería suficiente
para exorcizar y liberar, pero puede ser reforzada la acción con afirmaciones,
como veremos a continuación.
1. Sentarse cómodamente, con
la columna erecta. Respirar pausada y profundamente varias veces, sabiendo que
esta es una meditación de limpieza y liberación. Cada paso a dar debe ser
tranquilo, darse el tiempo necesario, y hacer pausas de silencio entre un paso
y el siguiente. (No olvidar que esta no deja de ser una meditación; todo debe ser con
tranquilidad, expectación interior, y sin olvidar que los ‘silencios’ son tan
importantes como las afirmaciones. Fluir naturalmente. Con la práctica diaria
el ritmo interno se logrará mejor y más efectivamente.)
2. Centrando la atención en
el centro del pecho, decir (mentalmente): “Yo te exorcizo criatura del agua, del fuego,
del aire y de la tierra para que te libres de todo mal y dejes entrar solo el
Bien, así como entró Cristo a Jerusalén. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
Al decir la última parte de la oración hacer mentalmente la señal de la cruz 3
veces sobre el pecho (centro cardíaco).
3. Proceder con la misma
oración y con las 3 señas de la cruz, pero esta vez centrando la atención en el
plexo solar (encima del ombligo).
4. Realizar una tercera vez
la oración, centrándose en la nuca, o base del cuello, a la altura del centro
laríngeo.
5. Al finalizar con los 3
pasos anteriores, ver con la imaginación al huevo áurico lleno de energía de
luz que rodea al físico, y decir: “Yo te exorcizo y, liberándote de todo mal,
te consagro a la Gran Obra del Bien; en el nombre del Padre, del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén”. Esta última oración termina de liberar al campo
magnético de toda influencia maligna o dañina que pueda haber.
6. Luego quedar en silencio
meditativo, dejando quela energía psíquica-espiritual termine su proceso, o se
puede imaginar un gran Fuego Violeta que va compenetrando todo el
cuerpo físico y el aura purificando y quemando toda imperfección; (con unos
instantes es suficiente). Este Fuego Violeta no solo quema las energías
psíquicas invasoras, sino las propias energías psíquicas, de las propias
creencias, emociones y/o hábitos insanos, que aún debemos superar.
7. Respiraciones pausadas y
profundas al finalizar afianzarán la nueva vibración.
Al practicar esta
meditación liberadora se pueden sentir en el transcurso efectos sintomáticos de diversos tipos, especialmente si hay infecciones psíquicas. Pueden
venir dolores de estómago que no estaban (signo de que está actuando la energía
liberadora, al remover la enquistada); se puede sentir energía en forma de
escalofrío, calor, vibraciones en diferentes zonas del cuerpo, calor en las
manos, etc. No sería raro que en forma natural y no forzada, al final de la
meditación se dibuje naturalmente en el rostro una leve sonrisa, la cual viene
desde el interior; una sonrisa no buscada y aparentemente sin causa consciente.
(Quien escribe lo vivió, y por eso lo dice…).
A veces es necesario
insistir diariamente sobre este tipo de meditación liberadora, especialmente
cuando existen ataques psíquicos, que se perciben en el cuerpo y en estado del
ánimo patentemente. El estudiante debe aprender a reconocer cuándo los síntomas
físicos y/o anímicos provienen de sí mismo, es decir que forman parte de
movimientos de su propia psiquis, y cuándo provienen de fuentes psíquicas
foráneas. Esto no es fácil, y requiere de atención y autoconocimiento. Es un
camino de autoobservación, estudio de estos temas, y reflexión permanente.
Esta información es valiosa y estoy muy agradecida sin dudas la pondré en práctica gracias gracias gracias
ResponderBorrarPor nada Mary. Espero te sea útil así como a mi me lo fue.
BorrarAbrazo fraternal.
(Y perdón por la tardanza en contestar)