sábado, 7 de noviembre de 2015

3- Protección contra el vampirismo y la manipulación energética


Protección contra personas vampirizantes de vitalidad

Cuando tratéis con una persona que chupa vuestra vitalidad, entrelazad vuestros dedos, y depositad vuestras manos cruzadas sobre vuestro plexo solar, manteniendo vuestros codos presionados contra vuestros lados. Mantened vuestros pies tocándose uno al otro. Habéis contactado así todos vuestros terminales y habéis hecho de vuestro cuerpo un circuito cerrado. Ningún magnetismo saldrá de vosotros mientras mantengáis esta actitud. Vuestro amigo se quejará probablemente de vuestra falta de simpatía, pese a lo amablemente que podáis hablar.


Protección contra personas manipuladoras

Si alguien trata de dominaros mirándoos fijamente a los ojos, no tratéis de devolver mirada por mirada, pues esto sólo conduce a una lucha agotadora en la que podéis llevar la peor parte, sino que mirad fijamente al punto justo por encima de la base de su nariz, entre los extremos internos de las cejas. Si estáis tratando meramente con un bravucón ordinario tendréis inmediatamente el control. Si, sin embargo, vuestro antagonista tiene conocimiento del poder mental, podéis no ser capaces de dominarle, pero él ciertamente no será capaz de dominaros, y el resultado serán unas tablas. No tratéis de dominarle, mantened meramente vuestros ojos sobre el punto y aguardad a que se canse de su intento por dominaros. No tendréis que esperar mucho.
Por el uso de los métodos descritos en las páginas precedentes cualquier persona de coraje y mentalidad normales, supuesto que evite las drogas, el alcohol y largos períodos sin alimento (porque el ayuno hipersensibiliza y se siente más la energía del ataque), puede, si no pierde su valor, desgastar cualquier ataque psíquico ordinario; o en el caso de ataques de potencia anormal, puede al menos asegurarse un tiempo para hacer buena su escapatoria y buscar ayuda.


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